Como duele lo que no quiere salir del corazón, un cariño infinito que no está como si nada. Que está palpitando a cada instante, que no sabe como parar, parar hasta que el dolor quede satisfecho.
No hay porque llorar, dicen, en caso de no pasar nada, pero mis ojos no pueden ocultar la verdad. Porque estoy en el mismo mundo que ellos, y todo me parece tan doloroso.
La vida me enseñó a ser dura, a no magnificar los sentimientos, sin embargo cuando me importa algo no hay fronteras para que me tapen la preocupación.
Te enseña también que un día, cuando menos te lo esperas pueden ocurrir cosas que no desearías, pero así es la vida con sus cosas buenas y malas, un día te dá el pan y otro te lo quita.
Hace mucho que no voy a misa, desde que dejé de creer en Dios, a veces lo hecho de menos. Poder llorar con tranquilidad, decirle todo lo que siento y padezco y que me abrace con la fe, que me consuele el dolor que sale de mi corazón.
Me imagino a veces el futuro y el porvenir lleno de momentos hermosos, por seguido, me acuerdo entonces de mis risas, tan explosivas y alegre la sonrisa. Y tiene que existir, claro que sí, ese mundo en el que yo pueda repetir cada día así.
Porque temo la oscuridad porque hiere, hiere hasta llegar a lo más profundo de uno.
No quiero que me venza nunca el miedo, no quiero que me manipule como antes, yo soy más fuerte que el, porque el miedo, al miedo lo cree yo.
Dime un día que a ti no te duele nada y te felicitaré por tu vida, por tu alma, porque la mia, mi vida, mi alma no me la imagino así, sin dolerme, sin dolerme el corazón, el alma, la vida que quiero para mi.
Entiendo esos sentimientos que afloran en ti. La fe no se recupera así como así…. si la perdiste sería porque no la tenías muy arraigada. Dicen que sentarte en una iglesia solitaria, con poca gente, consuela el espíritu, ayuda a pensar, a meditar. Eso sucede en cualquier lugar donde el espíiritu de la persona se siente a gusto: en un jardín, en un museo, en una estancia acogedora…Tienes razón, el miedo, nuestros miedos, los fabricamos nosotros. No es fácil salir adelante. Pero se puede conseguir. Es cuestión de fe, pero en uno mismo. Los dioses no regalan nada.Besos.